Hoy descubrí una ciudad nueva. Es un centro turístico de veraneo popular. Tiene playas congestionadas de gente. Su arena es marrón y su mar muy frío. En plena temporada no hay lugar para estacionar, ni mesas libres en ningún restaurante. La gente te camina por encima y las carteleras de los teatros se atestan de marquesinas de obras protagonizadas por un mediático del momento, una gloria de museo y/o un vedette con conchero. Cada temporada se lleva a cabo un festival internacional de cine. Durante los fines de semana, se organizan conciertos masivos gratuitos en pleno centro, con la característica de que el escenario está decorado con colores anaranjados. Hoy conocí ODESA, UCRANIA (cualquier similitud con Mar del Plata es pura coincidencia). Uno puede dar la vuelta al mundo para terminar encontrándose con una copia fiel (planeta bizarro).