St. Marie Eglise fue el primer pueblo liberado por los aliados de la ocupación Nazi. También fue donde nació la leyenda de John Steele, el paracaidista que perdió el rumbo durante el Día- D y quedó enganchado de la torre de la iglesia, haciéndose el muerto para no ser asesinado por los alemanes. Dos horas duró colgando hasta que uno se dio cuenta del engaño y lo mandaron a bajar (para mi que estornudó). Fue tomado prisionero para luego lograr escapar y reagruparse con su pelotón. Hoy la comuna francesa le rinde un «homenaje con altura» al colgar un muñeco de la misma torre. Un vitral de los paracaidistas saltando de los aviones junto a la Virgen Maria, recrea el momento preciso donde la divinidad absoluta coquetea con la coalición bélica salvadora.
Tengo una debilidad por las anécdotas bizarras. Gracias doy por tener la capacidad innata de siempre terminar dando con una.
Amén.