Hace mucho tiempo leí un artículo donde decía que tratar de fotografiar el Taj Mahal era muy difícil. En realidad, comentaba que era el sitio más complejo de retratar en el mundo entero. Es que hay tantas, pero tantas personas visitándolo, que resulta casi imposible tomar una foto sin alguien en el medio. Luego continuaba: “En lugar de tratar de recortar humanos, potencie el arte y busque anexarlos al cuadro, para que ambos sean parte de la misma imagen”. Eso fue hace muchos años. Mientras trataba de buscar la imagen deseada, se me vino mágicamente a la cabeza ese viejo pedazo de información.
Así funciona todo. El conocimiento aparece justo cuando uno lo necesita. El resto, es solo una linda polaroid.