Los pescadores en zancos de Sri Lanka son una imagen oficial del paisaje de su bello país. La foto siempre está. Promocionando la isla, denotando el arte y fomentando la cultura. Me sentí con la obligación de tomarles un retrato en mi paso costero esrilanqués. ¡Es como visitar Mar del Plata y no ir a ver los lobos marinos! Llegué hasta su punto de reunión y amablemente saludé a los muchachos. Me llamó la atención que ninguno estaba pescando. Puesto que son PESCADORES y viven de la PESCA, les pregunté porque no estaban subidos a sus “zancos” semi acuáticos hundiendo el anzuelo. La respuesta fue contundente: NOS PONEMOS A PESCAR SOLO SI LA GENTE NOS DA DINERO. A la perinola. El arte, el folklore popular y las mil y una fotografías que había visto, ¿¡era toda una puesta en escena!? “No pagan mucho el kilo de sardinas, nos va mejor posando para la foto” me gritó de lejos un delegado del zanco. A cambio de unos billetes (hubo que regatear) los pescadores se subieron a su puesto de trabajo, movieron la caña y le pusieron mucho “acting”. Que caraduras… Medio decepcionado. Medio riéndome. Más bizarro que nunca, pude observar que los tipos ni siquiera armaron la línea. Ni anzuelo, ni carnada, ni espíritu artesanal. SOLO SOSTENÍAN UN PALO PARA APARENTAR. Simuladores del oficio. La calle está dura y el océano aún más.
¡¡Viva la ficción bizarra carajo!!
