Ondulante, sembrando el infinito blanco.
Campos monocromáticos de minerales.
Mar evaporado que recuerdos deja sobre el tapete.
Fuiste líquido y hoy te has materializado.
El camino de sal es así; salado.
Un lago de sal que se cristaliza y deja ver ocasionalmente un pequeño oasis. Una mirada que rompe con la cotidianeidad. No podía sacarme a Carlitos Bala de la mente. Metete un clavado de cabeza y contame que “gusto tiene la agua”.