Hace unos días me enteré de una noticia que me llenó de tristeza. En la reserva Ol Pejeta en Kenia, se debió tomar una acción totalmente radical. Se le asignó una protección de guardaespaldas al último macho de la especie de rinoceronte blanco en el mundo. A que punto llegamos como humanos de terminar con una completa vida para siempre. Estamos hechos mierda como mundo. Sin darme cuenta, me percaté de que había fotografiado a ESE exacto ultimo de su raza en mi viaje a Kenya. Este es mi humilde homenaje, a la soledad de un último amigo que está esperando para apagar la luz e irse de una vez.