Un viaje para romper preconceptos. Un viaje hacia una expansión de conocimientos llamada Europa del Este. Todos los ucranianos y moldavos que había conocido a lo largo de mi vida, me advirtieron que, si algún día iba de visita a sus respectivos países, me preparase para lo peor. Policía corrupta, ladrones y pobreza eran los denominadores comunes a la hora de ejemplificar las características de esa región. Preparado para lo que sea, me aventuré hacia lo desconocido. Lo que siguió a continuación, fueron dos países con gente humilde y una belleza increíble que me sorprendieron gratamente. Nunca vi una villa miseria. Nunca vi a una persona con portación de rostro intimidatorio. Me pregunté, que pensarían esas personas si alguna vez fuesen a la Argentina. Si me seguirían diciendo que sus países eran peligrosos. La mejor manera de romper un concepto falso es encarándolo. La única forma de desmitificar una idea corrompida, es echándole lavandina y pasándole el trapo.
Doy gracias por haberlo hecho. Recorrí 2500 km en auto de preconceptos falsos. Volví con 2500 km de vivencias felices. ¡Por romper esquemas mentales siempre!