Caminando sin rumbo una mañana, subí una loma para poder observar la bahía desde un punto mas elevado. Al toparme con el jardín de un vecino, quedé sorprendido al ver que tenía un “reno” atado. ¿Y esto? ¿Habrá vuelto mamado del bar y se pensó que era el perro? – Es una cortadora de césped de auto mantenimiento – exclamó el Kelper desde el interior de su casa. ¡Con razón! No todas las historias de Malvinas están teñidas de dolor y angustia. También pasan cosas bizarras.