El SOYUZ es el gran abanderado de la tecnología aeroespacial rusa. Duro, hecho para aguantar, ingeniería soviética heredada desde Sergei Korolev hasta la actualidad. Décadas de evolución y perfeccionamiento. Un fierro entre sus pares. Puro músculo. Potencia, mucha potencia. Sería la «Ford Mustang» de los cohetes espaciales.
Una de las mejores experiencias de mi vida.