El conflicto serbio – bosnio de principios de los 90’ fue algo increíble desde todo punto de vista. Fue una de las primeras guerras de la era moderna registrada por video aficionados amateurs. Hay filmaciones desde el mismo campo de batalla urbano, denotando la crudeza que arrasaba con gente inocente por las calles de Sarajevo. Cualquiera podía morir simplemente por ir caminando y cruzarse en la mira de un francotirador subido en las montañas. Hubo genocidas, torturadores y actualmente siguen habiendo desaparecidos. En medio de una ciudad sitiada sin luz, agua ni gas, se organizó un concurso de belleza y un festival de cine. Pero lo que tomó mi atención por completo en el Museo de Crimines contra la Humanidad y Genocidio de Sarajevo, fue la presencia de una carta escrita por el mismísimo ARNOLD SCHWARZENEGGER. La misma iba dirigida al hijo del ex campeón mundial de fisicoculturismo yugoslavo asesinado en 1992 en manos de la milicia serbia. Este corpulento bosnio le había arrebatado el título mundial en Cairo al Terminator y por ende, era un viejo conocido suyo. En dicho escrito, el austriaco ex gobernador de California y asesino de “Predators” le manda el pésame junto a una FOTO SUYA AUTOGRAFIADA y una MUSCULOSA usada por el mismo. Extraña manera de transmitir las condolencias.
¡La próxima mandá la espada de Conan!