Los pueblos fantasmas me encantan. No importa si fueron abandonados hace mucho o hace poco. Desde Epecuen hasta Chernobyl. Las historias que pasaron, la gente que desapareció barrida por el viento. El Emirato de Ras Al Khaimah tiene su propio museo al aire libre. El antiguo pueblo de pescadores de perlas, Jazirat Al Hamra, descansa con sus historias tenebrosas desde la década del 70′ (cuando los japoneses aprendieron a clonar ostras y finiquitaron la industria artesanal).
¡Que aparezca Scooby Doo!