Estaba ocupado no se bien con qué. En un instante, giré mi cabeza y observé por la ventanilla del avión una isla. Sin tener la menor idea de donde estaba posicionado en el globo, pensé para mis adentros «Por la forma debe ser Bahrein». Para evacuar mi duda, fui hasta una pantalla de un asiento, activé el mapa y pude corroborar mi idea. De este insignificante suceso se desprenden las siguientes reflexiones.
1) Es muy loco ver a un PAÍS ENTERO delante tuyo. Generalmente uno ve un pedazo o una fracción, no a la nación en su totalidad.
2) Sería como ver un planisferio escolar en 3D con definición HD.
3) Haber reconocido una isla perdida sólo por su silueta, me da una pauta de que he viajado demasiado o bien, he jugado mucho al TEG de chico.