Keniana: ¡Yo estoy orgullosa de mi presidente!
Al Memin: ¿Ah sí? ¿Por qué? Contale al Tío Memo…
Keniana: Nuestro presidente tenía más de 5 causas abiertas en la justicia por corrupción. Cansado de que la prensa lo haga mierda, le dejó su cargo al vicepresidente. Se entregó ante la ley y lo enjuiciaron durante un par de meses mientras el país entero esperaba la sentencia.
Al Memin: ¿Y qué pasó?
Keniana: Fue declarado inocente en todos los cargos. Volvió limpio y con la frente en alto a gobernar.
Al Memin: ¡Caramba!
Keniana: Decime, ¿en tu país alguna vez sucedió algo similar?
REFLEXIÓN: jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja